Diabetes
La diabetes es una patología con elevada incidencia en la actualidad. En España, de hecho, afecta al 14 % de la población. ¡Toma nota sobre qué es la diabetes y sus causas!
¿Qué es la diabetes?
Esta es una enfermedad crónica relacionada con la síntesis de insulina. Si esta hormona se genera en una cantidad inferior a la que el organismo necesita o no se utiliza con eficacia, aparece este problema.
La insulina se produce en el páncreas y está destinada a mantener en sangre los valores adecuados de glucosa. ¿Cómo lo hace? Facilitando su entrada y transporte al interior celular. Allí se transforma en energía para que puedan funcionar tejidos y músculos. Además, ayuda a que las células puedan almacenar la glucosa hasta que sea necesario utilizarla.
Las personas diabéticas, debido a sus problemas con esta hormona, tienen hiperglucemia, es decir, un exceso de glucosa en sangre. Esto sucede porque el «azúcar» no se distribuye correctamente por el organismo. ¿Cuáles son las consecuencias de los niveles elevados de glucosa? Básicamente que pueden ser perjudiciales no solo para las arterias, los riñones o el corazón, sino también a nivel general. Como consecuencia, si no sabes que eres diabético o si no tienes un tratamiento, el riesgo de padecer infartos, problemas renales o perder la visión es mayor.
Hay varios tipos de diabetes. Los más importantes son:
- Diabetes I. Suele darse en personas jóvenes. Es autoinmune y hace que quien la padezca se vuelva insulinodependiente.
- Diabetes II. Afecta principalmente a personas de edad mediana o avanzada y obesas, pero no las vuelve necesariamente insulinodependientes. Puede mejorar modificando el estilo de vida hacia uno más saludable.
Otro tercer tipo muy habitual es la diabetes gestacional. Esta se manifiesta durante el embarazo y desaparece, por regla general, tras dar a luz. Aumenta la probabilidad de padecer diabetes tipo II con el paso del tiempo.
Diferencia entre la diabetes tipo 1 y tipo 2
Ambos tipos son muy diferentes entre sí, por lo que podrás identificarlos sin problemas.
En la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce nada de insulina. Suele ser habitual entre niños o adultos jóvenes. Las personas con este tipo de diabetes necesitan utilizar una bomba de insulina o aplicarse esta hormona mediante inyecciones.
Cuando una persona tiene diabetes tipo 2, su cuerpo genera menos insulina de la que necesita. Habitualmente se da en personas con antecedentes familiares, sobrepeso, que realizan poca actividad física y en personas mayores. Este es el tipo mayoritario de diabetes, con una representación de entre un 90 y un 95 % de los casos. Muchas personas no saben que la padecen, pero, tras el diagnóstico, precisan de medicación diaria o, en ocasiones, de inyecciones de insulina.
¿Cuál es la causa de la diabetes?
En este caso también debemos diferenciar entre los distintos tipos de diabetes para analizar las causas.
- Diabetes tipo I. El propio sistema inmunitario de quien lo padece ataca a las células beta del páncreas, donde se sintetiza la insulina. Al destruirlas, se produce una deficiencia absoluta de esta hormona.
- Diabetes tipo II. El envejecimiento y el cambio en el estilo de vida son dos de las causas principales. El sobrepeso y la obesidad son sus grandes impulsores. No obstante, existen otros condicionantes para desarrollarla. Por ejemplo, antecedentes familiares, enfermedades renales y consumo de ciertos fármacos (antiinflamatorios, corticoides y anticonceptivos femeninos), entre otros.
- Diabetes gestacional. En este caso, al cambiar los niveles hormonales en las mujeres, se dificulta el procesamiento eficiente de la glucosa sanguínea. A menudo este tipo de diabetes suele estar relacionado con el exceso de peso antes del embarazo. Aun así, los investigadores aún no se han puesto de acuerdo en la causa.
¿Cómo saber si la padezco?
Entre los síntomas principales de la diabetes, hay que destacar:
- Sensación de sed persistente.
- Aumento del volumen de orina.
- Mayor apetito.
- Cansancio y fatiga.
- Visión borrosa.
- Hormigueo o entumecimiento en manos y pies.
- Úlceras difíciles de cicatrizar.
- Pérdida de peso sin razón aparente.
- Náuseas.
- Vómitos.
- Dolor de estómago.
El diagnóstico de esta patología se realiza al medir los niveles de glucosa en sangre, un tipo de pruebas que no precisan de un especialista. ¿Qué valores lo confirman?
- Glucemia basal (ayunas) mayor de 126 miligramos por decilitro.
- Hemoglobina glicosilada mayor de 6,5 %.
- Prueba de tolerancia oral. Dos horas después de tomar una bebida especial, se hace una medición. Si la glucemia es mayor de 200 miligramos por decilitro, el diagnóstico es positivo.
- Glucemia al azar (se hace en cualquier momento del día) mayor de 200 miligramos por decilitro con síntomas habituales.
Todos estos valores deben ser confirmados en un segundo test, excepto el último. En este caso, los síntomas son los que ratifican el diagnóstico.
¿La diabetes es hereditaria?
Las enfermedades hereditarias son aquellas que se transmiten de generación en generación como consecuencia de una alteración en uno o más genes. En el caso de la diabetes, no hay una respuesta única, puesto que el grado de heredabilidad depende del tipo de diabetes.
En cualquier caso, tu riesgo será mayor si tienes un precursor de la diabetes tipo II o si algún familiar (padres o hermanos) la padece. Además, si has tenido diabetes gestacional en un embarazo previo, puedes desarrollarla.
La que mayor riesgo hereditario tiene es la tipo II. Por regla general, en estos casos los abuelos o padres la tienen. En el caso de gemelos idénticos, si uno de ellos la padece, el otro tiene un 80 % de probabilidad de desarrollo.
El pilar para tratar la diabetes con efectividad es tener una vida saludable, dieta saludable, ejercicio y medicación. Y si aún no la has desarrollado, los dos primeros son muy eficaces para prevenirla.