Valeriana
¿Qué es la Valeriana?
Valeriana Officinalis (comunmente conocida como valeriana) se trata de una planta cuyo origen es mayoritariamente europeo aunque también podemos encontrarla en ciertas zonas de Asia.
Se suele cultivar en zonas húmedas y se utiliza para la elaboración de cientos de productos así como aceites esenciales.
¿Para qué sirve?
Como bien decíamos, esta planta se utiliza en numerosos productos y actúa como relajante del sistema nervioso y del cerebro.
Además, favorece problemas gastrointestinales, tiene numerosas propiedades antiinflamatorias y un súper poder analgésico para los dolores musculares.
Y si te preguntas si esta planta puede debilitar como muchos otros tranquilizantes… la respuesta es no.
La valeriana no agota sino que estabiliza el ritmo cardiaco en épocas de estrés o dificultad para conciliar el sueño, por ejemplo. Si sufres arritmias u otros problemas cardíacos también es recomendable para ralentizar el ritmo del corazón.
¿Cuando es recomendable su uso?
La valeriana alivia algunos síntomas como la tristeza o el nerviosismo y se recomienda su uso en estos casos.
También cuando tengas problemas para conciliar el sueño o estés atravesando una época de estrés, presión o ansiedad.
Sin lugar a dudas, es uno de los mejores tranquilizantes naturales que existen hoy en día.
¿Cómo consumirla?
Se suele consumir a través de cápsulas cuya dosis no debe superar las seis diarias aunque lo recomendable a la hora de empezar a consumirla, es leer las instrucciones y recomendaciones de cada producto ya que pueden variar.
Podrás encontrarla también en infusiones de valeriana, las cuáles no deberíamos superar más de tres tazas diarias.
Y esta hierba debe ser hervida antes de consumirla.
Otra forma de consumo es a través del extracto líquido de la planta o el aceite esencial.
¿Cuando no es aconsejable tomar valeriana?
No se recomienda tomar valeriana en momentos en los que por cualquier motivo, estamos ingiriendo sustancias como como antidepresivos, antiepilecticos o sominferos. En el caso de embarazo, lactancia o niños, tampoco se aconseja.